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Texto perteneciente al libro «Análisis de modelos económicos exitosos» publicado en junio de 2018, actualizado a enero de 2023.
Corea del Sur: El milagro del Río Han
Aislada del continente a causa de la violenta guerra que se desarrolló en la península coreana entre los años 1950 y 1953, el contraste entre la Corea del Norte comunista y la Corea del Sur capitalista no podría ser mayor. El enfrentamiento bélico dejó un saldo de 1.5 millones de civiles muertos y más de la mitad de la infraestructura del país destruida. El conflicto quedó inconcluso al nunca haberse firmado la paz, y en consecuencia se mantiene hasta la actualidad una frontera desmilitarizada de cuatro kilómetros de ancho, fuertemente vigilada por ambos países en una tensa calma. La calidad de vida alcanzada por Corea del Sur a partir del milagro económico conocido como «El milagro del río Han» (en referencia al «milagro del río Rin» que protagonizó Alemania Occidental tras la Segunda Guerra Mundial) le permitió a su población alcanzar en las últimas décadas una calidad de vida impensada tras la independencia de Japón en 1945, cuando se encontraba sumida en un caos social y político.
Corea del Sur: de la pobreza a potencia mundial
El periodo posguerra en Corea del Sur
El plan económico de Park Chun Hee
Park Chun Hee lideró el primer golpe de estado en 1961, gobernando la república hasta 1979. Se enfocó en desarrollar una economía basada en las exportaciones, similares a Singapur, otorgando incentivos fiscales excepcionales a las familias más poderosas del país. Esto dio origen a los tradicionales Chaebols surcoreanos: grandes conglomerados extraordinariamente diversificados cuya traducción es al mismo tiempo «empresa familiar» y «monopolio», y que sentaron las bases para empresas como Samsung, Daewoo, Kia, LG o Hyundai. Estos conglomerados de empresas se diversificaron a tal punto que se convirtieron en los mayores demandantes de mano de obra del país.
Corea del Sur: la nueva potencia económica global
El tiempo le daría la razón a Park Chun Hee ya que gracias a estas políticas, la apertura económica de su economía al mundo no desbarató la industria nacional, y la orientación a las exportaciones produjo un crecimiento del PBI a tasas extraordinarias durante más de 30 años. En el año 2004, Corea del Sur se unió al selecto grupo de países con un PBI mayor al billón de dólares. Todo esto, sin reparo de un reporte del gobierno japonés emitido en 1961 que sentenciaba que «La economía coreana tiene un futuro oscuro para alcanzar un crecimiento económico sostenido y autosuficiencia debido a su sobrepoblación, escases de recursos, industria subdesarrollada, alto costo militar, incapacidad política, industria nacional débil e incapacidades administrativas».
La relación comercial de Corea del Sur con el resto del mundo
Durante la segunda mitad del siglo XX, Corea del Sur experimentó un crecimiento económico similar a Hong Kong, Singapur y Taiwán. Este conjunto de países recibió el nombre de Tigres Asiáticos por su economía pujante y sus altísimas tasas de industrialización (World Bank, 1993). Hoy Corea del Sur es la séptima economía más exportadora del mundo, la mayor productora de barcos y la primera exportadora de chips y tarjetas de memoria.
Las bases económicas de Corea del Sur: tratados de libre comercio y distribución del ingreso
Actualmente, tiene tratados de libre comercio con más de cincuenta países, y en los últimos años su economía creció a un ritmo aproximado del 3 % anual. Su tasa de desempleo es del 3,4 % y tiene índices de distribución del ingreso muy positivos, con el 10 % más pobre obteniendo alrededor del 6,8 % del ingreso total mientras que el 10 % más rico registra el 48.5 % del mismo. El coeficiente de Gini, que mide esta disparidad, arroja un índice de 34.1 para el país. Un resultado intermedio entre el 21.5 de disparidad en Finlandia y el 42.7 de la Argentina. La clase media está compuesta en un alto porcentaje por los empleados de los chaebols, y todos los trabajadores surcoreanos aspiran a ser empleados en estas empresas. Quienes logran conseguir un trabajo allí, gozan de un alto status en la sociedad y pueden aspirar a vivir en el barrio más rico de la ciudad de Seul, Gangnam District. Este barrio concentra la moda, los cafés, la cultura, la música, los mejores restaurantes y las viviendas más codiciadas, las cuales pueden alcanzar valores de 10 mil dólares por metro cuadrado. El movimiento K-pop (korean pop) domina la escena musical, y cruzó las fronteras con el cantante PSY a través del video más visto en la historia de YouTube, Gangnam Style. La canción representa una persona que tiene un estilo y un estatus determinado, que le permite vivir en este codiciado distrito, rodeado de adinerados vecinos. No es casualidad entonces que Corea tenga un alto índice de endeudamiento entre su población, la cual financia estos altos costos de vida con una creciente deuda financiera.
El desarrollo industrial exportador de Corea del Sur
Durante la década del 60, aun siendo una nación sumamente pobre, concentró sus esfuerzos en desarrollar su industria textil, llegando a ser el primer exportador mundial. Pero este modelo basado en salarios bajos pronto dejó de ser competitivo, y el gobierno buscó el desarrollo de sectores más productivos como el acero, la producción de barcos y la producción de maquinarias. El impulso de la industria acerera permitió dotar de materia prima al país para el perfeccionamiento de la industria naval, los automóviles, la maquinaria avanzada, la construcción y la electrónica. se contrató a una gran cantidad de expertos japoneses para transferir su conocimiento y mejorar la capacidad de producción tecnológica. Cuando se enfrentaron a obstáculos, resolvieron las situaciones de escasez o de desafíos tecnológicos con creatividad, lo que les permitió avanzar a la vanguardia del desarrollo tecnológico global
Durante los setenta, las empresas surcoreanas aprovecharon las crisis del petróleo para expandir sus fronteras y desplegar grandes emprendimientos en Oriente Medio, dentro de la industria petrolera.
Los ochenta vieron la llegada de grandes inversiones extranjeras, con los Tigres Asiáticos ya consolidados como economías atractivas para los capitales mundiales (Barro, 1998).
Este flujo de inversiones produjo una burbuja financiera en los 90 que explotó en el año 1997, cuando Corea del Sur quebró. El FMI salió al rescate para financiar el déficit, pero impuso sus condiciones: obligaron a cerrar instituciones financieras insolventes, reestructurar los holdings locales, incentivar cambios culturales en las chaebols para fomentar la competencia, y desarrollar políticas orientadas al incremento de la productividad laboral.
Hacia agosto del 2001 Corea del Sur canceló su deuda con el FMI y su nivel de reservas alcanzó aproximadamente los 100 billones de dólares.
La importancia de la educación en el modelo surcoreano
La universidad es la puerta de ingreso para una vida mejor, y determina drásticamente el futuro laboral. El rumor entre los estudiantes es que las compañías más importantes del país solamente contratan a los empleados de las mejores universidades, descartando los currículum vitae de quienes asisten a otras instituciones sin detenerse en ningún otro detalle. El 70 % de la población cuenta con un título universitario, el porcentaje más alto de los países miembros de la OCDE.
La educación es culturalmente fundamental para las familias, sin punto de comparación con otra sociedad en el mundo. Se encuentra fuertemente arraigado en el inconsciente colectivo la importancia que significó la educación para poder llegar a ser la potencia económica que es hoy en día, y eso se traduce en familias dedicadas exclusivamente a brindarle las mejores oportunidades posibles a sus hijos. El 97 % de los jóvenes entre 25-34 años alcanzó a completar su formación secundaria, el mayor porcentaje registrado entre los países miembros de la OCDE. Corea del Sur siempre ocupa los primeros lugares en los rankings de exámenes internacionales PISA.
La principal explicación es que el gobierno de Park comprendió que para desarrollar la industria necesitaba mano de obra calificada, entonces el gobierno alineó el plan de estudios con sus necesidades estratégicas, lo que se tradujo en un enfoque orientado hacia las ciencias exactas y las matemáticas, asignaturas en las que exceden al resto de los países de la OCDE.
La formación de docentes en Corea del Sur
El sistema educativo en Corea es altamente valorado, y el obtener un título para enseñar otorga un gran prestigio. La carrera docente requiere de una formación universitaria rigurosa y es recompensada con salarios elevados. Para ser docente, es necesario tener calificaciones en el 5% superior al finalizar la educación obligatoria. Con el objetivo de mantener un nivel uniforme en todos los establecimientos educativos, los docentes, directores y asistentes de dirección rotan cada 4 a 5 años por un sistema de sorteo entre escuelas dentro del mismo distrito.
El mismo sistema de sorteo se utiliza para el ingreso de los estudiantes, a fin de evitar la segregación educativa. La escuela primaria y la escuela media son obligatorias y totalmente cubiertas por el gobierno, mientras que la escuela superior y las populares clases extracurriculares son impartidas en instituciones privadas y suponen una erogación significativa para los padres. La escuela primaria se extiende desde las 8 am hasta las 9.30 pm o incluso hasta las 11 pm en los superpoblados Hagwons: clases extracurriculares privadas masivas de apoyo escolar que mueven un negocio de 200 millones de dólares.
El examen llega indefectiblemente el segundo jueves de cada noviembre, y el país se detiene para que 600,000 jóvenes decidan su destino en el transcurso de las ocho horas que lleva completarlo. Se detiene literalmente, ya que se reprograman los vuelos y se cancelan las construcciones que tengan lugar cerca de las sedes donde se rinden los exámenes para no desconcentrar a los alumnos.
Solo obteniendo 490 sobre los 500 puntos posibles, los alumnos pueden acceder a alguna de las tres universidades top que les abrirán las puertas a un futuro promisorio (Wizenberg & Varsavsky, 2017). En los Hagwons de élite existen empleados que caminan entre los alumnos, despertándolos si se rindieron ante el sueño de varias jornadas seguidas de estudio. A lo largo del ciclo escolar es muy extraño encontrar un niño que repita de año.
Este nivel de estrés en los jóvenes tiene un precio demasiado alto: las tasas de suicidio en Corea del Sur son las más altas del mundo, especialmente entre las edades de 10 a 19 años, período en el que el gobierno recientemente encontró que el 50 % de los jóvenes al menos pensó en el suicidio como una vía de escape a la presión impuesta tanto socialmente como por el entorno familiar. El soporte brindado por el Estado para esta problemática es aún insuficiente e ineficaz. Como contrapartida a esta problemática, incipientes escuelas no tradicionales surgieron para contener a los chicos que buscan otro tipo de formación. En ellas se incentiva la discusión, la capacidad crítica y la creatividad, enfoque que se encuentra en las antípodas de la orientación estándar y matemática de la escuela tradicional.
En conclusión, a pesar de ser extremadamente ineficiente –al punto de costarle la vida a los jóvenes—, el sistema educativo cumple con su propósito: crea una diferenciación técnica en su población para atraer trabajo e inversiones, con una mano de obra altamente calificada.
El sistema impositivo de Corea del Sur
Corea ofrece estrategias antagónicas, con sectores trascendentales celosamente resguardados a través de limitaciones al ingreso de capitales extranjeros (tanto en la industria como en los servicios de Internet y en el contenido cultural y televisivo) combinados con atractivos beneficios impositivos para el resto de las actividades económicas. A modo de ejemplo, ofrece exención impositiva por cinco años para la instalación de empresas de alta tecnología, con lo cual aumenta la demanda de mano de obra calificada y atrae inversiones de alto valor agregado que, además, aportan conocimiento a la sociedad. Con respecto al impuesto a las empresas, tiene un sistema complejo y progresivo de acuerdo al nivel de ganancias que se puede resumir de la siguiente forma:
- Grandes Empresas:
- Impuesto a las ganancias: progresivo desde el 10 % al 22 %
- Impuesto a las ganancias acumuladas: 10 % de las ganancias acumuladas, con la posibilidad de deducirse de este pago las erogaciones relacionadas a inversiones, aumentos de sueldos y dividendos pagados
- PyMEs:
- Impuesto a las ganancias: tasa fija del 7 % con beneficios específicos que pueden llegar a disminuirla hasta el 4 %
- Personas:
- Impuesto al ingreso: progresivo desde el 6 % al 44 % con importantes deducciones.
- Pérdidas:
- Carryforward: hasta 10 años posteriores al periodo deficitario.
Conclusiones
En la actualidad Corea tiene como desafío un crecimiento incipiente en relación a la desigualdad social (OECD, 2016), la polución y la corrupción, pero habiendo surgido de un contexto de guerra y pobreza extrema, los resultados obtenidos en los últimos 50 años son más que alentadores. Tal punto alcanzó su trasformación que pasó de ser un país cuyo 50 % de su presupuesto se componía de ayuda económica de los países desarrollados, crítica para su supervivencia, a prestar ayuda a Europa del Este, Asia, África, Medio Oriente y Centroamérica. No fue fácil el camino de salida de la pobreza y todos sus habitantes saben que fueron la educación y el trabajo duro lo que les permitió concretar este milagro económico en un país sin recursos naturales, por lo que estos valores se encuentran muy arraigados en la cultura nacional.